La Gota y su Barbero
Este poemario fue escrito en 1994.
La memoria me lo trae en este tiempo en el que, serenamente, llueve en el exterior y hace calor dentro del hogar, donde de nuevo las gotas de vaho empiezan a deslizarse por el cristal de la ventana hasta que una mano (la mia, cual barbero) interrumpe su recorrido, quizás evitando convertir la melancolía en tristeza infinita.
Los originales no tenían numeración, estaban separados por tres asteriscos, aquí, para diferenciarlos les daré números; también respetaré la versificación y las estrofas (espacios incluidos), y sólo modificaré alguna errata (si la hubiera).
El poeta no se afana para que de las cosas que hay, unas sean,
y otras no lleguen a este privilegio,
sino que trabaja para que todo lo que hay y lo que no hay,
llegue a ser. El poeta no teme a la nada.
FILOSOFIA Y POESIA, María Zambrano
Golpead al escombro.
No os abrirán,
es tarde para miradas y rendición.
Amapolas,
cal,
abrazo irreconocible la caricia: falacia.
Habitación de ahora. Como la Historia,
saber qué fue ruinas de hace un rato.
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